La actriz y modelo Teresa Gimpera falleció este martes en Barcelona a los 87 años. Rostro indisociable del cine catalán de los setenta, cuando se convirtió en la musa de la llamada Escuela de Barcelona, esta intérprete nacida en Igualada deja un buen puñado de largometrajes en su haber, entre los que despunta el gran clásica de Víctor Erice El espíritu de la colmena, donde interpretaba a la madre de Ana Torrent y esposa de Fernando Fernán-Gómez.
Nacida en el municipio de Igualada, Gimpera debutó en la gran pantalla en 1965 con Fata Morgana, de Vicente Aranda, para después continuar con trabajos como Tuset Street, de Jorge Grau y Luis Marquina; Lucky, el intrépido, de Jesús Franco; Una historia de amor, de Jorge Grau; Las secretarias, de Pedro Lazaga; Aoom, de Gonzalo Suárez; La novicia rebelde, de Luis Lucia; Vida conyugal sana, de Roberto Bodegas; La ciudad quemada, de Antoni Ribas; La guerra de papá, de Antonio Mercero; Asignatura aprobada, de José Luis Garci; El largo invierno, de Jaime Camino; o Los del túnel, de Pepón Montero. Más recientemente había participado en el documental Actrices sin censura, presentado en la Academia.
Curtida también en la pequeña pantalla e incluso en publicidad, durante la década de los ochenta Gimpera se apartó de la interpretación para fundar una agencia de modelos en la Ciudad Condal.
